Mi intervención la haré como mujer que hace
parte de un movimiento que ha sido protagonista de una lenta revolución, con
muchas generaciones que han tenido como sueño y apuesta, una mejor vida para
todas y todos. Me refiero a las mujeres que han luchado y lo siguen haciendo,
por el reconocimiento de sus derechos fundamentales, como lo son los derechos
sexuales y reproductivos, los cuales han sido denominados como los más humanos
de los derechos. Mujeres que hemos dedicado buena parte de nuestras vidas para
conquistar la autonomía para decidir sobre nuestros cuerpos, nuestras apuestas
de sociedad y nuestra sexualidad.
Nos identificamos con una consigna del
movimiento de mujeres, en este caso, retomando la figura y proceder del
procurador Alejandro Ordoñez; “Patriarca, tus pesadillas son nuestros sueños”.
Expresamos indignación ante los abusos de poder del procurador Ordoñez, ante su
doble moral y ante el clientelismo por él desplegado en su pretensión de
perpetuarse en el poder. Soy de las y los que piensan que la democracia solo
puede existir y perpetuarse en la medida en que se respete la Constitución y en
que ésta sea efectiva en todos los ámbitos sociales y para todos los sectores
de la población.
Como lo ha mencionado “La Silla Vacía”, son
varias las tensiones entre el movimiento feminista y el procurador. Recordaré
algunas de estas tensiones y las desarrollaré según mis propios criterios:
Tensión # 1. Para celebrar los 180 años de la
Procuraduría, Ordoñez convocó a un “Tedeum” en la catedral primada de Bogotá.
Las feministas le recordaron al procurador que el Estado colombiano es laico y
por tanto este tipo de actos son inconvenientes, pero además que en aras del
derecho a la igualdad que consagra la constitución, debería convocar a
ceremonias equivalentes a todas las religiones reconocidas en Colombia.
Tensión #2. El procurador Alejandro Ordoñez
emitió la resolución 284 en la que se integra un grupo especial de trabajo para
ejercer control preventivo en Medellín y sobre las dependencias responsables
del desarrollo de la clínica de las Mujeres,
justificando su accionar en las por él llamadas “inconformidades manifestadas por un sector de la ciudadanía y
de algunos medios de comunicación”.
Tensión #3. El procurador emitió la circular
030 del 13 de mayo de 2009, contraria a l sentencia C-355/06 de la Corte
Constitucional, porque desconoce el derecho a la interrupción voluntaria del
embarazo, en los casos fijados por la corte, al posibilitar que los públicos y
las funcionarias publicas puedan ser objetoras de conciencia de manera
extralimitada, incluso hasta llegar al punto de pretender que las instituciones
también lo sean.
Tensión #4. El Procurador interpuso un
“incidente de nulidad” contra el fallo de la corte constitucional que ordenó al
entonces Ministerio de la Protección Social, al Ministerio de educación y a la
Defensoría del Pueblo, el diseño y puesta en marcha de campañas masivas de
promoción de los derechos sexuales y reproductivos y la difusión de la
Sentencia C-355 de 2006 y posteriores sobre la materia. En contra del mandato
constitucional, el procurador ha alegado que no puede promoverse una práctica
no catalogada como derecho.
Tensión #5. El procurador nombró como
Procuradora delegada para la defensa de los derechos de infancia, adolescencia
y familia, a la doctora Ilva Myriam Hoyos Castañeda, a sabiendas de que esta
funcionaria, niega el enfoque democrático de la sexualidad y la reproducción
reglamentado en Colombia, y que además ha liderado la oposición a la demanda
presentada para la despenalización del aborto.
Tensión #6. En múltiples intervenciones
públicas, el procurador ha expresado que “si fuera legislador votaría en contra
de proyectos como el del aborto, la eutanasia y los derechos patrimoniales de
los homosexuales”. Como funcionario público demuestra que no actúa de manera
imparcial, que no es objetivo y que representa las posiciones más conservadoras
de la sociedad, y que, por tanto, su posible reelección implicaría de entrada
un sesgo para la defensa de los derechos de minorías e incluso para la defensa
de derechos consagrados para la mitad de la población que somos las mujeres.
Buena parte de la discusión entre el
procurador y el movimiento de mujeres que se hace pública, tiene que ver con el
derecho al aborto.
– El aborto inseguro o clandestino,
en la opinión de las mujeres y de los especialistas en salud pública, es un
problema de salud pública en Colombia. La historia muestra varios intentos por
despenalizarlo. En el año 2006, este fue despenalizado en 3 casos: por
violación, por malformación incompatible con la vida extrauterina y cuando la
vida y la salud de la madre peligran.
– El proyecto fue presentado por la
abogada Mónica Roa de la ONG “Women·s Link Wordwide”, organización dedicada a
la defensa de los derechos de las mujeres en el mundo.
Según el Ministerio de Salud, en
Colombia se realizan unos 315.000 abortos al año. El aborto ilegal constituye
la tercera causa de mortalidad materna en el país, y la penalización del aborto
trae como consecuencia el aborto clandestino e inseguro.
– Menos del 5% de los países del
mundo tienen una legislación tan restrictiva como la Colombiana.
– En 1837, el aborto terapéutico se
legalizó en Colombia y esta disposición estuvo vigente hasta 1936. La
legislación colombiana de hace más de un siglo era, por tanto, más avanzada que
la de este siglo.
La doble moral.
– La periodista Ana María Cano
Posada ha sido asidua crítica de la doble moral, sobre todo del Opus Dei, del
cual hace parte el procurador, quienes obtiene jugosas ganancias a través de
sus políticas de adopción.
Mientras tanto, nacen 270.000 niños no deseados al
año en Colombia.
– El movimiento latinoamericano
“Católicos por el derecho a decidir”, apoyan la despenalización del aborto y
plantean como las imágenes idealizadas de la mujer inscritas en la cultura, se
constituyen en obstáculo para enfrentar el problema por medio de políticas
públicas. Con la despenalización habría menos niños y niñas no deseados y menos
niños y niñas en la pobreza y en la violencia, además de menos abortos.
El feminismo político.
– El feminismo político tiene una
propuesta de Estado, acerca de cómo debe ser la sociedad civil y en qué
términos se define la pluralidad de sujetos que la integran. En cuanto teoría
política, el feminismo incorpora los conceptos de individualidad y distribución
de la riqueza. Hace también parte de su cuerpo teórico, el concepto de conciencia de sexo para visibilizar que
la realidad no puede ser condicionada por el determinismo biológico y la
asignación sexual, pues con estos enfoques se da un tratamiento diferencial a
la libertad y a la igualdad.
– Para el feminismo político estos
principios se entienden en un sentido de equivalencia humana (igual valor),
equifonía (igual valor de las palabras) y equipotencia (igual poder), como
diferencias equivalentes. Se trata de la homologación de intereses y demandas
de las mujeres en relación con las que plantean los hombres. Es decir, de
validar a las mujeres en su ciudadanía plena, sin dominación u opresión, e
incluyendo las diferencias de género.
– Esta es una propuesta realmente
igualitaria y democrática, que ha sido burlada permanentemente por el
procurador Alejandro Ordoñez.
– El feminismo político plantea como
la explotación mata al cuerpo y la opresión mata al espíritu. Por lo tanto la
ciudadanía de las mujeres pasa por reconstruir su valoración cultural y social.
– En nuestra sociedad, el poder político
siempre ha estado mediado por el poder de la apropiación, el poder del dominio
y el poder del control, o sea la posibilidad de ejercer coersión de distintas
maneras sobre las demás personas.
El feminismo político cree en la
democracia participativa que implica el cuestionamiento y la redefinición del
concepto de libertad para superar la dicotomía público-privado, y con este fin
exige que las instituciones representativas formales (caso de la Procuraduría),
establezcan unos mínimos éticos para abordar problemas como la prostitución, el
abuso sexual, el aborto o la violación. El feminismo político cree en un Estado
laico con principios éticos, no confesionales, otra tensión presente con el
actual procurador y motivo por el cual nos oponemos a su reelección.
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