Por: Margarita María Peláez Mejía

Hay personas que se mueren de a poquito.
Cuando la capacidad de asombro se pierde,
Cuando se teme arriesgar y la aventura.
Cuando el ego desborda las reacciones.
Cuando tienes siempre las mismas respuestas
Y no te haces preguntas.

Cuando le temes a la memoria, para evadir
un solo de violín que te recuerde las tristezas.
Cuando se necesita ensayar la bondad
Y estrenar nuevas palabras y sentidos.
Cuando el eco te devuelva la memoria
del canto infinito del ser de luz que eres.
Recuperas la magia del vivir.


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