Por: Margarita María Peláez Mejía


Siempre que salíamos de la Universidad Pontificia Bolivariana – UPB, que quedaba en la calle La Playa, en el centro de la ciudad de Medellín, y bajábamos hasta el cruce con Junín, lugar de encuentros y paseo juvenil; nos deteníamos como en un ritual, a saludar y escuchar al “Compae Mochila” como le decíamos. Escuchar su flauta de caña y sus gaitas que él fabricaba y vendía y sus animadas melodías de música parrandera, era el pronóstico de una tarde feliz. 

Era un Maestro, aunque como cualquier desplazado estuviera descalzo, siempre con su mochila llena de sus flautas para la venta y su inseparable sombrero vueltiao. Obligaba con su maestría, a detenernos para escucharlo, disfrutar y si teníamos dinero le comprábamos una flautaEra un gran compositor de la música que ha hecho bailar y contribuir a la identidad nacional como: El Año Viejo, La Múcura, La Banda Borracha, entre otras. 

Se vino a Medellín porque en esta ciudad estaban las disqueras que podían grabar su música y composiciones. Un hombre que caminaba descalzo “para sentir mejor el contacto con la madre tierra”, decía él con una risa espontánea. Con su apariencia de campesino costeño pobre, nunca fue atendido y sí ignorado por las disqueras locales pero su música y composiciones fueron interpretadas por grandes orquestas como La Sonora Matancera, La Orquesta de Lucho Bermúdez, Los Famosos Panchos. ¿Qué pasó con sus derechos de autor?, él decía que se los habían robado.

Recuerdo que una tarde lo invitamos a tocar su flauta en mi apartamento, hicimos “vaca” para pagarle y comprar unas cervezas y gaseosas. Nuestro grupo de amigos, la mayoría de teatro, admiraban y respetaban al maestro. En su humildad, se ubicaba en el piso en Junín, o en una banca en el Parque de Bolívar a tocar, lo acompañaba un letrero “aquí no se pide limosna, se venden flautas a 100 pesos”. 

Murió a causa de un derrame cerebral. Fue uno de los grandes músicos y compositores colombianos. Aún vive el Compae Mochila en mi recuerdo, con la tristeza, frustración e impotencia que siento de haber sido testiga de una gran injusticia.


7 respuestas a «Compae Mochila – Crescencio Salcedo (Palomino, 1913 – Medellín, 1976). 06 de Febrero de 2025»

  1. Avatar de Anónimo
    Anónimo

    Margara
    Me encanta ,cómo escribes

  2. Avatar de Anónimo
    Anónimo

    Margarita, tuve la fortuna de conocer a Crescencio Salcedo en el mismo sitio- Junín con la Playa- me encantaba el ritmo de sus melodías y me provocaba bailar, le comprè una flauta que se me perdió en un trasteo de residencia . La menté su muerte y las condiciones de pobreza en en que vivió.

  3. Avatar de Anónimo
    Anónimo

    Gracias por el retrato, Margarita, de ese juglar Crescencio Salcedo. Tus palabras describen con gran talento una linda anécdota, Un abrazo.

  4. Avatar de Anónimo
    Anónimo

    Margarita me encantó este relato ! Increíble que el Compae mochila haya sido el compositor de canciones tan increíbles y memorables para todos y nunca haya obtenido el reconocimiento público por ello. Que injusticia. Gracias a ti, está historia quedará en la memoria de todos. Un abrazo ! Caro

  5. Avatar de Anónimo
    Anónimo

    Agradezco los comentarios y sugerencias. Si está narrativa le hace justicia al maestro Crescencio,me doy por bien servida.

  6. Avatar de Anónimo
    Anónimo

    Que bella historia Margarita. Crescencio nos ha acompañado a varias generaciones colombianas. Un abrazo

  7. Avatar de María Gladis Velásquez Ibarra

    Margarita, muchas gracias por este evocador relato, entre sus líneas encontré un nutrido ramillete de recuerdos porque viví en el centro de Medellín, muchos años y era habitual el encuentro con el maestro Crescencio Salcedo, su gaita, sus flautas y detenerse a escucharlo o hablar unos minutos con él era un oasis en el fragor de la ciudad. Leyéndola, vino a mi memoria esta bella afirmación de Marguerite Yourcenar: “Muertos, una parte de nosotros sobrevive allá arriba, en unos cuantos corazones que aún laten al oír nuestro nombre.”

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