Por: Margarita María Peláez Mejía

Hermana, llegas a los 80 con la gracia, aceptación, una bella síntesis de los talentos desarrollados en la juventud, que sigues nutriendo con tus consejos, solidaridad, actitud positiva frente a las pérdidas afectivas, las enfermedades y cambios. 
Con tu forma de enfrentar el día a día, tu ánimo y esperanza, venciste la edad, el miedo y nos haces ver que llegar a esta edad es un privilegio, negado a muchos, es una nueva fase de autoconocimiento y sabiduría.
Decía Eleanor Roosevelt: “Los jóvenes hermosos son accidentes de la naturaleza, pero los ancianos hermosos son obras de arte”
Tú eres nuestro referente y maestra.
Gracias por estar presente siempre en nuestras vidas.
TE AMAMOS


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